Álvaro Nadal Belda
Director Ejecutivo del Banco Africano de Desarrollo. Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital (2016-2018)
Economista y político español. Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno de 2011 a 2015. Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital de 2016 a 2018. Trabajó en los Ministerios de Comercio y Turismo, Economía y Hacienda, e Industria como Técnico Comercial y Economista del Estado. Fue asesor de Josep Piqué, entonces titular del Ministerio de Industria y Energía, y pasó al Ministerio de Economía y Hacienda, como asesor de Cristóbal Montoro. Ejerció como consejero Económico y Comercial de la Embajada de España en Israel. A su regreso a España, fue nombrado vocal asesor en la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos y posteriormente subdirector General de Programación y Evaluación de Fondos Comunitarios.
Su carrera política se inició como Secretario de Economía y Empleo del Partido Popular, cargo que ha ocupado hasta 2018. Ha sido Diputado en el Congreso por la provincia de Albacete y la Provincia de Madrid. Técnico Comercial y Economista del Estado, licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y autor del libro ‘’Lo que no son cuentas son cuentos’’.
Incertidumbre, Política y Deficiencias: Impacto en la Economía
Vivimos un momento de convulsiones geopolíticas desconocidas desde el final de la Guerra Fría, y de polarización política tanto en España, como en Europa y el mundo con una intensidad notablemente mayor que en ningún otro momento de nuestra historia democrática. Sin embargo, la vida económica parece transcurrir sin tantos sobresaltos. Los efectos económicos de las tensiones internacionales han sido relativamente breves o inexistentes, la polarización política tiene efectos menores en los boletines oficiales, la recuperación de las economías tras el "shock" de la pandemia es un hecho, aunque su vigor difiere de unas zonas a otras, los mercados financieros y de materias primas se mantienen estables, la inflación vuelve a estar bajo control… No obstante, se reconocen deficiencias estructurales, y nuestro país claramente no es una excepción, que deben corregirse para garantizar un crecimiento sostenido a medio y largo plazo, y, por su parte, la discusión mediática y política no se centra en esos elementos tan determinantes de nuestro bienenstar, sino en los primeros. ¿Estamos como sociedades desviando nuestra atención de lo más relevante?